La pandemia de COVID nos desafió a todos a redefinir muchas de nuestras actividades. Con la medida de aislamiento obligatorio, todo nuestro cuidado es realizado por el equipo sanitario (enfermeras y médicos), priorizando que los voluntarios se queden en sus casas.
En los primeros días de abril, la imposibilidad de contar con el apoyo de los voluntarios, nos llevó a tomar la difícil decisión de suspender transitoriamente la admisión de nuevos huéspedes. Esto nos permitió reforzar las otras dos modalidades de cuidado que ofrecemos fuera de la casa, que son el Hospice Hospitalario y Hospice Misionero (en los domicilios) y que en definitiva es donde más hacemos falta.
Cuatro días por semana, cuidamos en los hospitales de San Miguel y Pilar, y visitamos domicilios en esas dos localidades. Esta modalidad nos permitió acompañar activamente a más de 65 familias en más de 90 visitas domiciliarias. A lo largo de un año normal, recibimos en el Hospice a entre 50 y 60 huéspedes, por lo que haber podido llegar a tantos de esta manera nos motiva y nos llena de alegría.
El equipo de voluntarios, desde sus casas, hace un seguimiento telefónico de las personas a las que acompañamos para escuchar sus necesidades, animarlos y asistirlos en lo que necesiten y esté a nuestro alcance. Este acompañamiento y escucha telefónica es un gran soporte para el equipo sanitario que hace las visitas periódicamente.
Desde el área de Pastoral, se brinda acompañamiento espiritual en forma telefónica, escuchando y promoviendo espacios de oración y compartida.
La generosidad de muchas personas y empresas permite que podamos seguir brindando este cuidado, inclusive en situaciones tan extraordinarias. A través de la coordinación de voluntarios, se logró gestionar donaciones de 1500 barbijos, 700 botellas de alcohol en gel, 600 guantes y 30 cajas de gasa.
Seguimos necesitando recibir donaciones que pueden realizarse a través de transferencias bancarias a nuestra cuenta del Galicia, cuyo alias es Hospice.Huesped.Buen o escribiendo a donaciones@buensamaritano.org.ar.
Como institución, y seguramente como personas y como sociedad, todos nos vimos en la necesidad de adaptarnos a todo este nuevo contexto. Nuestro compromiso con el cuidado y el alivio del sufrimiento al final de la vida esta mas vigente que nunca. La necesidad sigue siendo grande y tenemos mucha tarea por delante.
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